En junio de 2001, una niña de diez años llamada Laura Buxton
escribió su nombre y dirección en un trozo de papel, pegó el papel en un globo
de helio y lo soltó desde su jardín. El globo recorrió casi 225 kilómetros
hasta que aterrizó en el jardín de otra pequeña de diez años, ¡qué también se
llamaba Laura Buxton!
La segunda Laura se puso en seguida en contacto con la
primera y desde entonces han sido amigas. Han descubierto que no sólo comparten
el mismo nombre y edad, sino que las dos tienen el pelo claro, un perro
labrador, un conejito y un conejillo de Indias.
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