Casi 30 años se cumplen ya de la aparición de los primeros
círculos de las cosechas en Inglaterra, y aún tantos años después, siguen
siendo un misterio que nadie es capaz de explicar. Se ha dicho que son obra
humana, pero lo cierto es que en experimentos realizados por humanos, nadie ha
podido igualar esos dibujos tan absolutamente simétricos y perfectos. Además,
desde entonces, cada año aparecen casi 250 dibujos más repartidos ya por todo
el mundo.
Los círculos de las cosechas comenzaron en agosto de 1980 en
Wiltshite, en Inglaterra. A partir de aquella fecha, se registraron formaciones
similares por todo el país, ante el asombro de los ciudadanos que veían como
esos enormes dibujos, que desde el aire tienen un diseño tan perfecto,
aparecían en cuestión de minutos.
Éste es uno de los mayores misterios que encierran. A veces
esos diseños han aparecido en cuestión de pocos minutos, como por ejemplo el
producido cerca de Stonehenge. Allí, varios testigos declararon que en esa zona
no había nada a las 17,30 h. de aquel día. Apenas media hora después se
descubrieron en aquel mismo lugar hasta 151 círculos concéntricos con una
medida total de 279 metros. Cuando se estudiaron se dieron cuenta de que las
plantas sobre las que se dibujaban esos círculos no habían sido siquiera
cortadas, sino que estaban aplastadas pero sin romper el tallo. Cada planta se
inclinaba a un lado y se enlazaba con la anterior. Además estas plantas estaban
afectadas por anomalías químicas y electromagnéticas.
En Inglaterra a los círculos de las cosechas los llaman
“Crop circles” o “círculos de los cereales“. Sin embargo, si al principio se
encontraban en estos tipos de cultivo, ahora ya se han extendido a todo tipo de
campos y por todos los países del mundo. De hecho, las últimas alteraciones se
han encontrado en Argentina, pero también las ha habido en Canadá, en Estados
Unidos, en Rusia o en Holanda, entre otros. Además, ya no se trata sólo de
círculos, sino que también han comenzado a aparecer dibujos esotéricos, como el
Menorah, candelabro judío de siete brazos, símbolos religiosos o rostros
humanoides.
El escepticismo que han despertado a veces este tipo de
apariciones proviene de cierta ocasión en que dos ingleses, Bower y Chorley, se
autoinculparon de los diseños. Extrañamente, se hizo toda una gran campaña al
parecer destinada a desviar la atención de la formación de aquellos círculos,
pero lo cierto, es que años después se pudo demostrar que estos dos ingleses
nada tuvieron que ver en esas apariciones.
Son muchas las teorías que se han lanzado sobre los círculos
de las cosechas, siendo las más recurrentes la de que se trata de
comunicaciones emitidas por entes extraterrestres. Los naturalistas apoyan la
tesis de que son mensajes que nos está emitiendo la Madre Tierra como queja al
trato que le damos, mientras que los más lógicos afirman que se han formado por
algún tipo de vibraciones de ultrasonidos o radiaciones emitidas por quizás
algún tipo de experimento secreto.
La teoría más firme y conocida es la de Forgione que le da un
punto de vista mucho más místico al decir que es la “irrupción inesperada de lo
divino en nuestra realidad” y que nos encontramos ante un nuevo ciclo cósmico.
Círculos en Milk Hill
:La formación más compleja y grande es la aparecida en el año 2001 en Milk
Hill, pero son muchas las formaciones a las que se han encontrado semejanza con
elementos mágicos o históricos, como el famoso sello mágico de Giordano Bruno.
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